Quien no lo sepa ya
lo aprenderá de prisa:
la vida no para,
no espera,
no avisa.
Tantos planes,
tantos planes
vueltos espuma
tu, por ejemplo,
tan a tiempo
y tan
inoportuna
Eran más bien los días
de arriar las velas.
Toda señal a mi alrededor
decía: cautela.
Cuánta estrategia incumplida
aquella noche sin luna
tu, por ejemplo,
tan bienvenida
y tan
inoportuna
¿Quien sabe cuándo,
cuándo es el momento de decir: ahora?
Si todo alrededor te está gritando:
¡Sin demora, sin demora!
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